Cierra la puerta Mullah - dijo mientras hacía un discreto ademan para que se retirara su secretaria -. Ponte comodo.
Mientras caminaba a por un trago dio un largo suspiro y dijo algo que Mullah no llegó a escuchar. Se lo veía exhausto
- ¿Hemos sido amigos por mucho tiempo no Mullah? - preguntó de repente a su sorprendido invitado -. Nos conocemos desde niños, fuimos compañeros de armas, me acompañaste durante la campaña y para bien o para mal tengo el dudoso honor de haberte presentado a tu esposa - agregó con una sonrisa -. Si he de poder confiar en alguien, ese alguien has de ser tu Mullah. Mi amigo.
- Gracias mi presidente. Me conmueve su confianza. Sin embargo me preocupa. ¿Está todo bien?
El presidente se paró frente a Mullah y tomándolo por los hombros dijo:
- Nada está bien amigo mio. Nada lo está. Pronto el mundo sabrá que los americanos están aquí. Pronto se sabrá que han violado nuestra frontera y matado a nuestra gente en pos de mantener en movimiento su maquinaria bélica generadora de terror. Un terror que utilizan para mantener controladas a sus gentes, pues no hay pueblo que se manipule con más facilidad que un puedo que tiene miedo.
Cuando ese pueblo se entere de lo que sucederá esta noche vitorearán en las calles y clamarán que se ha hecho justicia pero lo harán con los ojos cerrados pues no quieren conocer la verdad. Están tan acostumbrados a que los engañen que si en algún momento se los dejara libres no sabrían que hacer con ella.
¿Pero que debo hacer? ¿Debo hablar y denunciar la verdad? Lo he estado pensando todo el día. Si lo hago, esta es la noche apropiada, antes que nuestro pueblo sea ultrajado una vez más por sus fuerzas. Si lo hago, nos llamarán demonios, dirán que apoyamos al terrorismo y cosas peores. Luego, cuando el mundo olvide mis palabras, y lo harán, moriré junto a mi familia en algún atentado. El insulto final será que ese hecho, perpetrado por sus fuerzas, será utilizado para entrar en nuestro país y matar a nuestra gente. Por otro lado, sino lo hago nos convertiré a todos en cómplices de esta mentira y aún así quizás no logre evitar el daño.
¿Si hablo esta noche cuidarás de los míos Mullah?
- Descuide mi presidente ... no permitiré que algo tan horrible como eso le suceda a usted y a los suyos. Su familia estará a salvo de todo mal.
El disparo fue certero. El presidente se desplomó de rodillas frente a Mullah con los ojos fríos y una herida de bala en el pecho. Del otro lado de la puerta una taza se rompió y los pasos presurosos de una mujer se alejaron por el corredor. Mullah abrió la ventana y desechó el arma con tranquilidad. Nadie podía verlo.
Los guardias irrumpieron por la fuerza en el despacho y encontraron al presidente de bruces frente a la ventana. Aún sostenía su vaso de whisky en la mano.
- ¿Que pasó aquí Mullah?
- Necesito convocar una conferencia de prensa. Los americanos mataron al presidente.
Fuente: Relato de mi autoría.
Saludos.
:D



Te pones de pie frente a ese sujeto intentando no mostrarte ansioso, pones tu mejor

- Te conviene cambiar la bobina porque con estas cosas viejas no hay que jugar, porque intentas ahorrarte unos pesos y después ese pequeño problema se convierte en una falla total del reactor justo cuando estás intentando un aterrizar. Vas a tener una sobrecarga, que va a hacer colapsar el sistema criogénico, la temperatura se va a elevar, quizás se comprometa el casco ... y si se compromete el casco.
- Se ve algo deteriorado en realidad pero no creo que de problemas {te comenta mientras analiza detenidamente cada centímetro de la nave}
- Si jefe. Ya estoy en eso. Deme 15 minutos y la dejo donde quiera.
El problema es que al llegar a casa el motor se detiene y ya no vuelve a arrancar y nuestro espíritu calmado es puesto a prueba. Tratando de poner nuestra mejor cara nos disponemos a desempolvar nuestros pobres conocimientos de mecánica y poner nuestras propias manos a la obra. Veremos que es lo que pasa {suspirando}