martes, 12 de abril de 2011

Cuento Corto - El Arreglito

El Arreglito


Y el teléfono sonó como temía. Era un mensaje agorero portador de malas noticias. Leerlo le tomó solamente un instante. No era extenso.

“El auto no va a estar listo cuando te dije.
Se me complicó el radiador”.

Tan impersonal era, tan carente de sustento, autocrítica, de humildad que solamente admitía una respuesta. Una respuesta que no se hizo esperar y fue tecleada con crudeza. Dos palabras: “paso después”. Los dedos se movieron a prisa y el mensaje salió raudo a su destino.

¿Habrá llegado realmente el mensaje? ¿El receptor habrá interpretado correctamente su significado? ¿Estaría preparado para lo que vendría?

Se anunció en el taller con dos golpes en el portón y saludó amablemente. Escuchó atentamente lo que el mecánico tenía para decir en silencio, con detenimiento y asintiendo a cada pregunta formulada. El motor estaba encendido pero el conductor no estaba ahí.

Entonces le hizo una zancadilla y lo empujó con violencia sobre el banco de trabajo. Golpeó sus piernas dos veces con una llave que tenía a mano sin mediar palabra. Ciertamente había llegado a su límite.

- El auto va a estar - se escuchó entre quejidos -. Disculpá, disculpá - agregó.
- Buenísimo – dijo colocando la llave en el piso -. Entonces mandame un mensaje cuando lo tengas.

Se dirigió a la puerta como si nada hubiera pasado y saludó atentamente.
Hay veces que no está de más recordarle a las personas que las promesas deben cumplirse.


Fuente: Relato de mi autoría.



Saludos.
:D

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